sábado, 22 de octubre de 2011

La memoria


Aunque sabemos que esto no es nuevo, los pedidos de olvido y perdón en favor de los genocidas, por momentos arrecian con mayor fuerza. Pero aquellos que consideramos el valor de los derechos humanos el valor supremo, nos asombramos cuando vemos que quienes fueron líderes en el pedido de justicia y castigo, hoy se enojan con la presidenta de la nación porque dedica minutos de sus discursos al tema. "La presidenta habla de cosas que pasaron hace 34 años."
Hace un tiempo estuvimos con mi esposa en Italia y encontramos en los municipios de cada pueblo que visitábamos, unos cuadros gigantes cubiertos con vidrio, y adentro la foto con el correspondiente nombre de cada uno de los Partisanos que murieron en la lucha por la resistencia y como recordatorio de los hechos ocurridos hacía 65 años. En un pueblo de Módena que se llama Carpi, se encuentra Fossoli que fue el único campo de concentración que hubo en Italia desde donde se hacían los traslados a Alemania hace 70 años en perfecto estado de conservación, con alusiones en todas partes de los detalles del funcionamiento de este lugar. En Sicilia pregunté si se podían ver las cuevas subterráneas donde los italianos se escondían para protegerse de las bombas que arrojaban los aliados. ¡Tengo una en el garaje de mi casa! me dijo el yerno de mi primo. Y fuimos a verla. Era un garaje normal con su portón y sus paredes laterales pero no tenia pared de fondo, en su lugar estaba la entrada de la cueva. Esto esta así porque no se nos permite modificar nada que este relacionado con nuestra historia, me comenta. Y yo pensaba, además, con el dolor, porque todos estos hechos están relacionados con el dolor y con el deseo de los italianos de que no se repita. Ningún joven tiene la posibilidad de desconocer los hechos ya que se tropieza con ellos donde vaya. Y por supuesto a nadie, al menos públicamente, se le ocurriría pedir olvido o perdón. Sería inmediatamente repudiado.
Creo en la memoria y el recordatorio constante de los hechos tristes y dolorosos de nuestro país, me avergüenzo de aquellos que sin medir consecuencias o por intereses mezquinos quieren, exigen, impunidad.
Para terminar vaya esta yapa: "Amo a la argentina, porque como dice mi madre, alli comí mucho tiempo. La he amado hasta cuando me apoyaban las Itakas en el pecho, cuando tuve amenazas de bombas en el escenario, cuando amenazaban de muerte a los periodistas que recogían en sus diarios mis declaraciones. La he amado, la amo en cada uno de sus habitantes. Hasta en los que no me quieren. Salí a la calle, conocí mucha gente, compartí lo que estaba ocurriendo. Allí tengo amores, desamores y tantos amigos muertos. Una parte de mi mismo esta enterrada en la argentina. Un trocito de mi que mataban cada vez que me mataban un amigo. Un trozo mío por cada desaparecido. Hay que contarles sobre esos días terribles a los muchachos, porque los pueblos que pierden su memoria pierden la llave de su historia. Hay que contarles y y recordar a nuestros muertos y entonces si que no habrá más penas ni olvido".
La yapa se titula Amor y fue escrito por Joan Manuel Serrat, extraído del libro Lo pasado pensado de Felipe Pigna.


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