Cielito, cielo que si
cielo de Carlos Alvear
se han propuesto fusilar.
Muchas cosas se han dicho de Manuel Dorrego a próposito del aniversario de su muerte el 13 de Diciembre de 1828.
Pero buscando un poco de material para esta nota, me llamó la atención ver la cantidad de versos, canciones populares e inclusive, hasta hace poco tiempo, alguna zamba, que se han escrito en homenaje a Dorrego.
Si Lavalle ha fusilado
a Dorrego en el Navarro
campo infausto
la Nacion castigara tal desbarro.
Cuando leemos como detrás del cortejo fúnebre, miles de personas acompañaban sus restos acongojados por el llanto y los gritos de !viva el coronel Dorrego!, es de imaginar cuál era el sentimiento del pueblo. Estó sucedió un año después del fusilamiento, cuando un grupo de personas dirigidas por el Doctor Cosme Argerich, desenterraron en Navarro los restos del coronel y lo llevaron a Buenos Aires para que descanse en paz en el cementerio de Recoleta.
Cielito y cielo nublado
por la muerte de Dorrego
enlutense las provincias
lloren cantando este cielo.
El pueblo usa las canciones y los versos para dejar constancia de sus sentimientos. Es una forma de exteriorizar el dolor y de perpetuarlo. Las generaciones sabrán quiénes han sido parte del pueblo a través de la trasmisión verbal, de padres a hijos.
El héroe a quien la Patria llora hoy día
por salvarla su sangre derramara.
Las canciones al general Perón. Las canciones a Eva. Todo lo que se ha escrito de ella. ¿Alguien recuerda una canción a Aramburu, a Rojas? Canciones que se han escrito a Juan Manuel de Rosas, como Revuelo de ponchos rojos, ¿alguien conoce alguna cancion a Urquiza ?
Han fusilado a Dorrego
la patria esta desangrando
por la ambicion del poder
la libertad peligrando.
El pueblo sólo le canta a aquellos que han hecho algo por ellos. Tendríamos que alertar la oreja, porque sabiendo a quiénes les canta el pueblo sabríamos quiénes han estado y están de su lado.
También hay quien le canta a los fusiladores. Justamente al fusilador de Dorrego.
Ernesto Sábato escribe Romance de la muerte de Juan Lavalle musicalizado por Eduardo Falú. Es tal la pena que le produce a don Ernesto el sufrimiento del fusilador que le escribe una epopeya. Y recita con dolor el dolor de ese pobre hombre que ha tomado tan dificil decisión, emulando la teoría de los dos demonios expuesta en el preámbulo del libro Nunca mas.
Otra cosa: con la muerte de Dorrego se produce el primer golpe de estado y una cadena de asesinatos atroces, un exterminio de gauchos que eran atados a los cañones y despedazados por sus balas, y por supuesto todas las medidas económicas necesarias para reencauzar los beneficios que la oligarquía tenía antes de la gobernación de Don Manuel.
Y para terminar, unos versos que recitaban los unitarios luego del fusilamiento:
La gente baja
ya no domina
y a la cocina
se volvera.
¡Es justicia!
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