martes, 20 de septiembre de 2011

Pura copia

Estoy leyendo un libro de Jose Pablo Feinman que se titula " Peronismo Filosofia politica de una persistencia argentina " y he querido por medio de este blog recomendarlo fervorosamente y ademas tomarme el atrevimiento de transcribir textual un parrafo del capitulo "El dia de la militancia " cuyo subtitulo es " Si la juventud no salva esto no lo salva nadie " . Ahi va: El fervor revolucionario de toda una generacion de jovenes, un fervor que encontraba su cohesion en torno al peronismo, que el peronismo y el lider prohibido y las masas postergadas y la torpeza de la Argentina gorila, conservadora, reaccionaria y macartista, habian nucleado, habian dado forma de rebeldia, habian transformado en descontento revolucionario, en ambicion de una sociedad mas justa. La juventud se sentia protagonista, sentia que era parte de la historia y hasta que la estaba haciendo. Se burlaba de la bronca de sus viejos, de sus concejos llenos de sabiduria gorilona. No les importaba saberlo. O tenian mejores lugares donde averiguarlo. La plenitud estaba ahi. Era irresistible. Habia que ser parte de ella.
La respuesta fue una matanza tan descontrolada, una sed de venganza tan impiadosa, fue tan enorme la necesidad del castigo ejemplar, tan deliberado el plan de introyectar el terror en la sociedad para dominarla durante decadas, tan asesinas las bandas que ejercieron la represion, que miles, miles de jovenes, obreros y profesionales e intelectuales murieron por nada. Porque no habian hecho nada. Nada como para morir. Nada para morir ademas, como murieron. Porque no debieron haber muerto. Murieron victimas de un delirio represivo, de una matanza paranoica, de una locura de muerte y de crueldad que se desato desde el poder. Entre los aterrados que permanecian en el pais, o porque aun no se habian exiliado, o porque no podian hacerlo o porque no querian, solian hacerse cautelosas reuniones para evaluar la seguridad. Nunca se llegaba a ninguna conclusion. Solo una: se mataba a mansalva. La frase que se decia era: " A cualquiera por cualquier cosa ". Nadie esperaba algo asi. Ninguna juventud pago mas caras sus rebeldias. Si aceptamos eso que se dice, que siempre se paga un precio por los pecdos de juventud, el precio que pagaron los jovenes del 70 fue - cuanto menos - demasiado alto. Seguramente pecaron demasiado, se exedieron en sus pecados. Pecaron, antes que como jovenes, como sujetos, como protagonistas de un cambio historico revolucionario. Y eso, los padres terribles de este pais de orden, lo castigaron hasta mas alla del horror.

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