
Queridos domadores maradonianos: que insistimos desde hace años que una cosa es el Diego futbolista y otra el Diego persona; que nos deslumbramos ante cada maravilla dribleadora del diez y nos indignamos por dos balines de aire comprimido; que hemos llorado sin pudor con cada toque sutil que Diego tranformaba en gol y somos preceptores amonestadores de la vida vertiginosa de los otros; que le rogábamos casi de rodillas no perder con los ingleses y desgarrabamos nuestras gargantas con el gol mas extraordinario que se haya visto en un mundial y nos lamentamos de los que se abrazan con Fidel y Chavez; que tranformamos nuestro mal humor en alegria desbordante cuando Diego dijo si y volvio al futbol para clasificarnos al mundial 94 y y nos jode que un villero ocupe lugares que no merece.
Aquellos que todavia no hemos comprendido que el cerebro que ordena el caño es el mismo que ordena el "la tenés adentro"; que el cerebro que ordena el chanfle perfecto es el mismo que ordena "seguirla mamando"; entenderemos alguna vez que no hay dos cabezas? solo hay una, la que nos regalo su magia futbolera y la que nos obliga a tragar los dieguisapos. Un Diego domado es un Diego sin genio, una conducta publica irreprochable son 40 pases mal dados. Diego es uno solo, indivisible y tal vez todos los genios lo sean, no sé, pero el Diego es asi, y asi lo quiero, asi lo banco, con la imagen del brazo guevarista y el recuerdo de un Fillol desparramado.
Nosotros que andamos por la vida como patos criollos y no sabemos siquiera si la concluiremos con un buen centro, deberiamos comprenderlo.
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