sábado, 17 de diciembre de 2011

Ni muy muy ni tan tan




Hugo moyano, secretario general del gremio de los camioneros y de la Confederación General del Trabajo, como todas las personas que toman estado público, despiertan odios y amores.
Por ese motivo hace un tiempo estoy haciendo una especie de test, o ejercicio, que les cuento para que quien quiera, pueda hacerlo. Se trata de lo siguiente: pregúntenle que opina de Moyano a cualquiera que directa o indirectamente tenga una relación con el gremio de camioneros. Verán que todos le hablaran maravillas. Dirán, palabras mas palabras menos, que don Hugo les ha devuelto la dignidad salarial y logística.
Ahora, cuando no tengan ninguna relación laboral directa o indirecta, sucederán dos cosas: algunos dirán que les es indiferente y la inmensa mayoría les hablará mal o muy mal de él. Entonces en ese momento aplican del test la siguiente pregunta: ¿quién es Moyano, cuál es su trayectoria y cuánto de bueno o malo ha hecho por los trabajadores?
Sobre el 100 % de encuestados que no quieren a Moyano, verán ustedes que el 90% no saben nada de él. Recuerdo cuando le preguntaban a la gente en la calle que opinaba de Milagros Sala y llegaron a decir que era una cucaracha, pero de su obra ni la menor idea.
No seré yo en esta nota quien se explaye sobre la trayectoria de Moyano, que está al alcance de todo el que desee hablar con un poco de fundamento e imparcialidad, en cualquier sitio.
Pero sí me gustaria referir tres puntos específicos:

1) Moyano fue uno de los fundadores de la CGT de los argentinos, de trayectoria sindical impecable.
2) Se opuso tenazmente a la entrega de las empresas del estado.
3) Luchó contra la entrega económica y política del país, que siguió hasta el último día del gobierno de Duhalde.

En este tema es fundamental a mi criterio la lectura del libro "El saqueo de la Argentina", de Maria Seoane.
Pero, y como siempre hay un pero, los resultados de esa lucha no fueron felices. Es decir, por mas empeño y fortaleza al servicio del país, nada se modificó. Los poderosos secretarios de gremios de la época y los políticos se vendieron vilmente y entonces ningún esfuezo alcanzó, todo se fue a la mierda y, bueno, ya conocen el final de la historia.
Moyano mete en la cuña que el nuevo gobierno de Kirchner abre, todo lo interesante que habia insinuado y nunca pudo plasmar. El poder político, en concordancia con el poder sindical, trabajan unidos para el beneficio general y las cosas van cambiando, un poco a los tirones, para mejor. Como dijo la presidenta, aún hay mucho por hacer, tadavía hay mucha gente fuera del sistema y para adelante hay que trabajar por más inclusión.
Por eso no se entiende el momento de sacar los pies del plato de don Hugo. ¿Para qué? ¿No había que seguir caminando juntos?
Ya está obteniendo los primeros resultados. Apoyo de Barrionuevo, de Clarín y La Nación, que lo están instigando a hacer un paro. Fíjense la paradoja, Clarin, que no permite sindicalismo en su diario y echó a los delegados elegidos libremente por sus trabajadores, le pide a Moyano que haga un paro.
Alguien, en una confusión de tipo político, le debe haber hecho creer a Moyano que el 54% de los votos de Cristina serían de él. O su propio ego lo traicionó.
En todo caso, se dará cuenta en algún momento de la macana que hizo. Creo difícil el retrocezo, y espero nos sea leve. Confío que será así. Por suerte y decisión nuestra, Moyano solo preside los sindicatos. Por suerte y decisión nuestra, Cristina es la presidenta.

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